jueves, 31 de octubre de 2013

Hoy...

 "De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,
  A causa de tus enemigos,
  Para hacer callar al enemigo y al vengativo". Salmos 8:2.

 La semana pasada me invitaron a asistir a la guardería.
 Esta mañana, fui a la guardería a dejar a la bebe a la que cuido.
 Y aprendí un montón de cosas maravillosas, entre ellas:
 Que los niños son una bendición.
 Si eres capaz de amar un niño, puedes amar a todos.
 Estando ahí me acordé de parte de mi infancia.
 ¡Hasta vi algunos cuentos que me transportaron a esa época!.























  Un libro que leía de camino al trabajo esta mañana contenía esta frase:
 "Los niños tienen la maravillosa capacidad de aceptar los regalos de Dios tal cual son, sin sentir orgullo ni vergüenza". Debby Boone.

 "Y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen?
  Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman 
  Perfeccionaste la alabanza?". San Mateo 21:16.

Comunidad de la paz


 "El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado". Proverbios 11:25.

 Hace muy poco, empecé a ir los lunes a repartir alimentos en las calles de Madrid con la Iglesia Comunidad de la Paz.
 Todo ocurrió de repente, estando una tarde en casa lavando los platos, recibí una llamada de una amiga: Milagrosa.
 Me comentó que se íban a repartir alimentos a algunas personas que duermen debajo de un puente.
 La verdad es que estaba cansada y eso no entraba en mis planes. 
 Pero no me pude resistir, ella no terminó de hablar y pregunté: ¿Puedo ir?.
 La respuesta fue si.
 Rápidamente me preparé, con la Biblia y la cámara en mano, me olvidé de la cena y a la aventura me fuí.
 A las 22:40 estaba en la estación de Atocha.
 Todo fue maravilloso, un chico que me saludó en el tren, me dijo que al verme con la Biblia en la mano sintió que Dios tenía un mensaje para el.
 Nada pasa por casualidad.
 Dios nunca llega tarde.
 ¡Gracias Señor por la oportunidad de ser un instrumento en tus manos!.
 Esta es la historia de una aventura que comenzó hace poco, pero sé que cosas mayores, grande y maravillosas ya están aquí y más llegando.



















  
 "Aveces, el hombre elige su propio camino, por miedo o por ignorancia, pero nuestro deber como hijos de Dios es orar por ellos, ayudarles a recordar que hay un Dios vivo que les ama, que espera tenerlos de nuevo en sus brazos". Esther Abhulimen.





 La verdad es que se me rompe el corazón al ver a las personas buscando una salvación que en realidad es gratis, un regalo.
 En el libro de Oseas la Palabra de Dios dice: "Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimento". Oseas 4:6.
 Pero, yo sé que tengo un Padre misericordioso que perdona y restaura todo.



 Esta experiencia me recordó que mi padre cuando llegó a España dormía en las calles de Madrid.
 No sé como se sentiría en todas esas noches y días que parecían interminables.
 Pero sé que hay un Dios vivo incansable que ama, cuida día y noche a sus hijos incluso cuando no lo podemos entender.





 De vuelta a casa en el autobús me puse a leer de nuevo: Elogio de la mujer virtuosa (Proverbios 31:10-31).
 Unas de las virtudes de esta mujer es:





¡SHALÓM!.

martes, 29 de octubre de 2013

Sirve a tu ciudad


 "En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir". Hechos 20:35.





 Hace poco de camino a la estación de Embajadores a mis clases de canto, vi un hombre, me pusé a hablar con él y la verdad es que pensé que tenía que irme, porque tenía prisa por llegar a las clases, pero algo hizo que me quedara hablando con él, me dijo que lo acompañara fuera para enseñarme dónde trabaja.
 Salimos con mucha rapidez de la estación, pero al salir, pude observar a varias personas con camisetas rojas que me llamó la atención enfrente de la Casa de baños.
 Quería preguntarles que hacían allí, pero a la vez no quería ignorar a mi nuevo amigo. 
 Llegamos a la tienda, la abrió y me fui.
 Cuando estaba corriendo para ir a coger el metro desde Embajadores hasta Urgel, no pude evitar ver que ''los de las camisetas rojas" seguían allí.
 La curiosidad pudo conmigo, así que me acerqué y por fin les pregunté que hacían ahí.
 Y esto es lo que hacían: Repartir jabones y café caliente.







 La verdad es que para mí fue una experiencia maravillosa.
 Me metí en su página en internet y descubrí que tienen más proyectos.
 http://servethecity.es/
 Os animo e invito a servir a la ciudad de Madrid.
 Recuerden: Siempre es mejor dar.

 "...De gracia recibisteis, dad de gracia". San Mateo 10:8.