martes, 18 de marzo de 2014

Contra el tabaquismo

  "Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres". 1 Corintios 7:23.



 Antes era una persona que fumaba porque era "guay". Dejé de hacer atletismo y me escapaba para ir a fumar.
 Probé mi primer porro de marihuana en un centro joven.
 Todos me dijeron que no pasaba nada... Hasta que empecé a tener alucinaciones y todos mis supuestos amigos desaparecieron.



 Las autoridades sanitarias advierten que fumar es perjudicial para la salud, pero se debería hacer mucho mas para que nadie se destroze por dentro en una sociedad en la que el libertinaje se ha convertido en el "nuevo éxito" cuando en realidad es un gran fracaso y lleva a la muerte.
 ¿Cómo podéis darle la charla a un adolescente que no fume? Si sus propios padres y profesores fuman.
 ¿Cómo podéis hablar de respeto cuando nos obligais a todos a respirar el humo del tabaco? Camareros que se enfadan por tener menos clientes que ya no fuman en sus bares sin alegrarse de que sus clientes se cuidan más y vivirán más años...
 ¿Cómo podéis hablar de drogadicción cuando no tenéis ni idea del sufrimiento que causa?.
 ¿Cómo podéis tomar a la ligera las vidas de otros seres humanos?... Veo padres que fuman delante de sus hijos, mujeres embarazadas fumando, gente fumando en fiestas alrededor de señoras embarazadas, sabiendo que ese humo es perjudicial.
 Profesionales que se toman a la ligera la salud de otros con tal de tener mas pacientes.
 Gente que te dicen que te metas en tus asuntos, que todo el mundo puede hacer lo que quiera... Pero, ¿quién hablará por ese embrión sin voz?, ¿quién hablará por esos niños pequeños que tienen que tragarse los humos de sus propios padres?.
 Una sociedad que habla de libertad debe saber que los derechos humanos son para todos.
 Y lo dice una persona que sabe de lo que habla, una persona que estuvo a punto de suicidarse por las alucinaciones.
 Si estoy viva no es porque me lo merezca, pero desde luego no es para que me quede indiferente ante todo lo que sucede a mi alrededor.
 He pensado en lo estúpida e ignorante que fui... He enriquecido a muchos a costa de mi propia salud en el pasado.
 Pero desperté y ningun tabacalero ni traficante se va a hacer rico/a a mi costa.




 En vez de invertir en drogas que matan deberían abrir más colegios, más bibliotecas, más parques, más trabajos... Porque, ¿quién puede ser verdaderamente libre a costa de la esclavitud de otro ser humano?.
 Todos saben que los cigarillos sueltos se consiguen en muchos establecimientos que se hacen llamar de alimentación, el hachis en muchos bares y en la calle... ¿Que pasa?, ¿no saben que no hay peor ciego que el que no quiere ver? ¿o el que ve y se convence a si mismo de que no ha visto nada?.
 Veo jóvenes fumados por las calles y los adultos se alejan o los señalan  con los dedos llamándolos malos, cuando en realidad muchos son el resultado de una sociedad que ha consentido que sus jóvenes sean compradores inseguros que se dejan llevar por cualquier moda.
 Llegué a la conclusión de que el verdadero trabajo empieza en casa y muchas veces para poder ayudar a un adolescente hay que reeducar a los padres y a toda una sociedad si hiciera falta.
 Porque entendí que cuando uno se calla ante un mal, en realidad está colaborando con ese mal.
 Yo quiero ver jóvenes que se rian, se diviertan... Sin necesidad de flotar, sin necesidad de enriquecer a ningún tabacalero ni camello.
 Ahora han sacado los cigarillos electrónicos... Pero vamos a ver, todo lo que tu cuerpo rechaza no es natural para el.
 Si no quiere humo, tampoco querrá humo aromatizado, ni de fresa, ni de canela, ni ná de ná.
 Cuando toses es porque tu cuerpo se rebela ante la porquería que le estás metiendo.
 Todavía me preguntan porque hago lo que hago... La cosa es ¿cómo no íba a hacer lo que hago si casi me costó la vida?.


¿Realmente sabes todo lo que estás obligando a tu cuerpo a consumir?...

Ya no te vendas mas.
¡Es hora de despertar!.


"¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque santo es el templo de Dios, el cual sois vosotros". 1 Corintios 3:16-17.


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