jueves, 12 de enero de 2012

Para mi vivir es Cristo.

 "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." Filipenses 4:7.

  
 Desde el año pasado vengo con ganas, muchas ganas de compartir con todos las maravillas de mi Señor Jesucristo, porque estoy viviendo la experencia de ser hija del Dios de milagros, el Dios vivo Jehová.
 Tengo tantos testimonios que no acabaría ni en un año de contar todo lo que quiero contar, todas las bendiciones de Dios.
 Primero darle las gracias a mi Padre celestial por el privilegio de ser hija suya.
 En realidad, no hay nada que haga que sea lo suficientemente grande como para agradecerle a Dios mi salvación, personalmente, siento que el hecho de ser un instrumento, una sierva de Dios es un gran privilegio, un regalo.
 ¿Alguna vez has visto a un padre escuchando a su hijo mientras habla?.
 Yo sé que mi Padre celestial escucha las oraciones, escucha mis oraciones, porque mi vida es un testimonio, porque cuanto mas comprendo el amor de Dios por mi, mas comprendo que nada ocurre por casualidad, todo forma parte del plan perfecto que él tiene para mi vida.
 Mi salmo favorito es el Salmo 23, durante mucho tiempo, leí este salmo, pero, hasta hace poco comprendí el significado de esta promesa de amor de la palabra de Dios.
 El verano de 2011 ha sido el verano definitivo, pasé por una experencia, senti una voz que me decía en medio de toda esa batalla: ¿A dónde vas tan deprisa?, ¿no ves que estoy aquí?, ¿no ves que sola no puedes?.
 Al borde del precipicio, no sé porque empecé a leer la Biblia, estoy convencida de que la palabra de Dios es mi salvación.
 En el momento que decidí confiar plenamente en mi Padre celestial todo empezó a cambiar en mi.
 Todas las cosas que Dios hace funcionan para bien y para su gloria. Quise rebelarme durante mucho tiempo, no reposar en él, cuando él ya me dio demasiadas razones, demasiados señales, demasiados testimonios como para saber que es un Dios vivo, se suponía que yo no iba a caminar... ¡Estoy caminando!, se suponía que talvez ya estuviera muerta. ¡Estoy viva!, mas viva que nunca.
 Yo sé que todas las cosas que Dios hace son perpetuas, antes de ese verano de pruebas, entré en un locutorio para hacer una llamada y ví en la pared esto: "Clama a mi y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces." Jeremías 33:3, la verdad en ese momento lo ví simplemente como un "Un versículo bonito de la Biblia".
 Despues de un tiempo, volví a aquel locutorio, decidí buscarlo en la Biblia, entonces, empecé a entender el significado de ese versículo de la bendita palabra de Dios. 
 Sé que Dios restaura todo, porque lo estoy viviendo, no es un sueño, una ilusión o utopía; es real, tan real como que estoy viviendo gracias a él y por él.
  Por la fe sigo al Dios de milagros, mi Padre celestial, el que me conoció antes de que estuviera en el vientre de mi madre, incomparable majestad, al Dios vivo que me amó desde siempre y para siempre.
 A ti Señor, gracias por hacerme recordar mi verdadera identidad: Hija de Dios.
 Gracias a todas las personas que Dios utilizó para que llegaran a mi vida e hicieran que entendiera que Dios nunca se fue, y que estuvo siempre ahi como un padre amoroso esperando a que volviera a el.
 Toda la gloria, toda la honra, toda adoración sea a ti Señor por toda la eternidad en el nombre de mi Señor JesuCristo. Amén.


 "Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que se basa en la Ley, sino la que se adquiere por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios y se basa en la fe." Filipenses 3:7-9.

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