jueves, 20 de noviembre de 2014

BOLD ZION.


 "Golpea al burlador, y el ingenuo se hará sagaz; amonesta al entendido, y captará conocimiento". PROVERBIOS 19:25.

 Hace tiempo le dije a un niño: ¡Hola bebé! y él me respondió: ¡Yo no soy un bebé!.
 Estuve pensando en ésa frase... ¿Será que el niño estaba enfadado?, ¿será que le habré molestado?.
 Llegué a la conclusión de que ninguna de ésas dos respuestas.
 El niño estaba reafirmando su verdadera identidad: ¡Él no es un bebé!.
 Hace poco, pensando en los ataques terroristas y los secuestros en Nigeria de las niñas, pensé: ¡Basta ya de tener compasión de asesinos y violadores!.
 La Biblia nos dice que si alguien nos da una bofetada en la mejilla que pongamos la otra, y es verdad.
 Pero en la Biblia también Dios nos enseña que somos su especial tesoro, que no nos hagamos esclavos de los hombres.
 Que aunque fuésemos esclavos, si pudiéramos hacernos libres lo hiciéramos.
 Sé que muchos estarán en contra de esto que voy a escribir. Pero lo voy a escribir:
 ¡Si un ladrón viene a tu casa a robarte, está bién que ores!, de hecho es lo primero que debes hacer, pero si viene a matarte y tu te puedes defender estoy convencida de que Dios no te va a castigar por proteger tu hogar.
 Algo que he pensado es que uno debería enseñar a sus hijos también a saber defenderse.
 Dios cuida de nosotros, pero él no nos creó para ser cobardes.
 Veo aveces personas que se sienten intimidadas, me van a disculpar, no estoy promoviendo la violencia, pero si alguien toca lo que es mío, soy como leona.
 Nos han enseñado que los cristianos solo dan palmadas en la iglesia y cantan himnos... Pero, ¿no sabes que somos parte de La Gran Armada de Dios?.
 ¿Nunca escucharon acerca de David, de Caleb, de los 300 hombres en la Biblia?.
 ¿Acaso nadie les habló de los 7000 que no adoraron a los ídolos?.
  Veo personas pidiendo porfavor a secuestradores para liberar a sus familiares, y entiendo que nadie quiere muertos, pero estaría bueno que secuestraran a un "David", a un "Caleb"...
 Yo soy cristiana, pero eso no me convierte en una pobrecita a la que deban tener lástima, porque Cristo me compró con su sangre.
 Un legado, una herencia, algo que enseñaré a mis hijos: Sé humilde, pero nunca te dejes pisotear por nadie.
 ¡Golpea al burlador!.
 ¡Es hora de devolver al enemigo lo que es suyo!.
 ¡Y hablo en lo espiritual y en lo físico!.
 Si colaboras con el mal con tu silencio, eres igual que el que hace lo malo, no hay ninguna diferencia.
 Le pido a Dios que por todo el mundo cuando alguno quiera ir a dañar a algún niño o niña, o familias, éstos les enseñen una lección que jamás olvidarán.

 ¡DESPIERTA SIÓN!.
 ¡No te dejes intimidar!.

 "Actos justicieros están preparados para los burladores, y azotes, para las espaldas de los necios". PROVERBIOS 19:29.

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